Abril se acaba y vuelve el frío. Los días nos sorprenden grises, mojados y ventosos. ¿Qué pasa? ¿Dónde está la primavera? ¿Acaso siempre han tenido razón los Stark y resulta que, en verdad, winter is coming? Pero, como diría un optimista, al mal tiempo, buena cara. Buena cara y una cuchara. No hay como el frío para que vuelvan a apetecer las sopas y las cremas, unos primeros platos de manual que no deberían faltan en el recetario de cualquier cocinillas que se precie.
Fáciles de hacer, normalmente económicas y con la ventaja de poderse preparar por adelantado y de servirse en caliente o frío, las cremas son un plato muy fino y exquisito con los que alegrarnos un día gris y tristón. Otra de sus ventajas es que ayuda a consumir verduras si no nos agradan en demasía. En una entrada anterior, lanzábamos la pregunta de si era posible pasar de odiar las verduras a amarlas. En este proceso de reeducación alimentaria, las cremas son perfectas para acercarnos, aunque sea tímidamente, a las repudiadas verduras.
En esta ocasión vamos a utilizar una coliflor, esa pelota blanca y compacta que encontramos en la sección de verdulería junto a sus primas crucíferas como la col lombarda, el brécol, el repollo, el rábano y o el nabo, y cuyas propiedades antioxidantes deberían ser un aliciente más para incluirlas con regularidad en nuestra dieta. Pero que nadie se alarme, vamos a ir paso por paso, y el primero consiste en convertirnos en niños y enmascarar todo lo posible que estamos comiendo verduras. Además, elaboraremos la receta de una forma muy, muy sencilla. Vamos allá…
INGREDIENTES (para cuatro personas):
- una coliflor pequeña
- una cebolla grande
- un litro de caldo de pollo
- 150 ml de nata
- aceite de oliva virgen
- nuez moscada
- sal y pimienta
ELABORACIÓN:
PASO 1
Partimos la cebolla en cuartos y lavamos y separamos los ramos de la coliflor.
PASO 2
En una olla, sofreímos la cebolla hasta que esté transparente y añadimos los ramos de coliflor. Agregamos el caldo de pollo, un poco de nuez moscada y lo dejamos cocer alrededor de 10 minutos o hasta que la coliflor ablande.
PASO 3
Retiramos la olla del fuego y dejamos enfriar. Cuando esté frío, trituramos todo en la batidora.
PASO 4
Volvemos a traspasar la crema a la olla y la calentamos sin que llegue a hervir. Añadimos la nata y rectificamos de sal.
PRESENTACIÓN:
RECOMENDACIONES:
Para animar la presentación de las cremas, un poco sosas ellas si las dejamos desnudas, te puedes ayudar del socorrido perejil y, como en este caso, darle un toque de mayor distinción con unos crujientes de jamón ibérico.
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