Winter is coming y empiezan a apetecer platos calientes de esos de comer con cuchara. Y qué mejor que un guiso para reconfortar cuerpo y alma. Pero como en recetasenserie nos preocupan nuestras arterias y las tuyas, hoy os proponemos un plato de cuchara bajo en grasas que no te hará querer hacer la siesta un par de horas. Otra de sus virtudes es que es muy fácil de preparar. Incluso si eres principiante en esto de la cocina, te aseguramos que saldrás airoso del experimento y, sobre todo, con muchas ganas de repetir.
Esta receta gusta hasta a los White Walkers.
¿Estás listo? Vamos allá… receta de guiso de pollo con verduras.
INGREDIENTES (para 4 comensales)
- 800 g de pollo (aquí vale todo: pechuga, muslos, contramuslos, alitas… lo que más te guste o tengas por la nevera)
- 4 patatas medianas (una por comensal)
- 4 zanahorias
- 1 cebolla
- 1 tomate
- 2 dientes de ajo
- 400 g de guisantes congelados
- 750 ml de caldo de pollo o agua
- 1 copa de vino blanco
- sal y pimienta
- AOVE
Otra vez se nos ha olvidado incluir uno de los ingredientes en la foto… ¿sabes cuál es?
ELABORACIÓN
Paso 1 – Pelar y cortar las verduras
Lo primero que tenemos que hacer es preparar la guarnición del guisado. Para ello, pelamos las verduras y las picamos y/o cortamos según convenga. Y en esta receta de guisado de pollo conviene más bien así: la cebolla y el ajo picados muy finito, las carlotas cortadas en rodajas, las patatas cortadas en trozos medianos y homogéneos y el tomate cortado en cubitos al estilo bruinose.
El tomate, si no está muy maduro, también lo puedes pelar con pelador. Otra opción es escaldarlo durante un minuto y luego pelarlo.
Paso 2 – Sellar el pollo
Este paso es tan fácil como salpimentar el pollo, freírlo en una cazuela por todos los lados durante 2-3 minutos y reservar. ¿Has visto? Te lo hemos dicho: esta receta la puede hacer cualquiera. Otra forma de hacerlo en enharinando el pollo antes de freírlo: esto le dará a la salsa una textura más espesa. Tú decides…
1, 2, 3… pollo sellado.
Paso 3 – Preparar un sofrito
Una vez tenemos el pollo sellado, preparamos un sofrito en la misma cazuela donde hemos frito el pollo. Pon una cucharada sopera de AOVE a calentar y sofríe a fuego medio la cebolla y el ajo hasta que la cebolla se quede transparente. Ese es el momento para añadir la zanahoria y el tomate y dejar cocinar durante 6-8 minutos removiendo de vez en cuando. Agrega el vaso de vino blanco y deja evaporar el alcohol.
No, no estamos haciendo pollo a la jardinera, pero casi… 😉
Paso 4 – Guisar el pollo
Si has llegado a este punto, enhorabuena, ya casi tienes lista la receta. Lo que falta ahora es lo más fácil: solo tienes que agregar a la cazuela el caldo de pollo (si no tienes, también puedes utilizar agua), las patatas y los guisantes congelados y dejar cocer 20-25 minutos. Tal cual, tú déjalo ahí haciendo chup-chup y verás qué pronto se llena la cocina de un aroma espectacular.
Chup, chup, chup…
EMPLATADO
Lo bueno que tienen los platos de cuchara es que su emplatado es de lo más convencional. Solo necesitas un plato hondo y llenarlo al gusto. Eso sí, cuánto más bonito sea el plato, mejor. Pero incluso en un plato normalito queda estupendo. Y si no te lo crees, echa un ojo a la foto de aquí abajo…
Tenemos que renovar la vajilla, vale, lo sabemos… 😉
Y para acompañar esta clásica receta de guisado de pollo, hoy os recomendamos el documental Inside Job, otro clásico sobre los orígenes y las causas de la puñetera crisis financiera del 2008 que no quiere irse ni con agua hirviendo. El documental ya tiene cinco años, pero si no lo has visto todavía, y no te importa cogerte un cabreo monumental, su visionado es obligado.
Hemos tardado en verla, pero… más vale tarde que nunca.
Y aquí abajo un tráiler para abrir boca y empezar a poner cara de tonto.
Pero como no queremos terminar el post de hoy con un tono tan deprimente, aquí tienes nuestra tradicional encuesta para que nos des tu opinión sobre esta receta de “toma pan y moja”. Y es que se nos había olvidado decir que este guiso de pollo atrae al pan como la miel a las abejas. Eso sí, no te comas la barra entera, piensa en tu cintura… 😛
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