Hoy os traemos una receta tan básica que casi hasta da vergüenza postearla. Pero, al igual que con la moda, un blog de cocina –o de lo que sea éste- debe de tener un buen fondo de armario. Y los espaguetis aglio e oleo e peroncino, más conocidos simplemente como “aglio oleo», son precisamente eso, un básico de cualquier recetario. Porque son fáciles –extremadamente fáciles, más bien-, porque son muy sabrosos, porque combinan con todo y porque los tendrás listos en solo 10 minutos. Es decir, que son perfectos para un día con poco tiempo para cocinar, o pocas ganas, tanto da. Y si no te gusta el picante, tampoco pasa nada. Elimina las guindillas de la receta y obtendrás igualmente un plato con gran aroma y sabor. ¡Viva el ajo!
¿Estás listo? Vamos allá… espaguetis aglio e oleo e peperoncino.
INGREDIENTES (para 4 comensales)
- 500 g de espaguetis
- 3-4 dientes de ajo
- 3-4 guindillas (dependiendo de tu afición al picante)
- Perejil picado
- Sal
- AOVE
ELABORACIÓN
Paso 1 – Dorar el ajo y las guindillas
Antes de nada, pon a calentar agua en una olla. Mientras el agua rompe a hervir, pela y corta en láminas finitas el ajo y pica las guindillas. Este es el paso más elaborado de la receta. ¿Ves qué fácil es? Si te repite el ajo, hay quien aconseja quitar el brote verde interno, pero también hay quien dice que esto no sirve de nada. Nosotros, por costumbre, se lo quitamos siempre…
En una sartén, con 2-3 cucharadas soperas de aceite (te recomendamos muy-muy encarecidamente que utilices AOVE, esto es, aceite de oliva virgen extra… y es que esta receta va precisamente de eso, de aceite y ajo; utiliza un buen aceite, no te arrepentirás), dora los ajos y las guindillas a fuego bajo. Recuerda, el ajo tiene que dorarse levemente, pero nunca quemarse.
Paso 2 – Hervir y escurrir la pasta
Una vez tengas lista la salsa de aceite, ajo y guindillas, hierve y escurre la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante. Sí, has leído bien: la pasta es lo último que tienes que hacer. Una regla de oro a la hora de cocinar pasta es: la salsa siempre espera a la pasta; es decir, que primero se cocina la salsa y por último se hierve la pasta. De este modo la pasta no se pasa y siempre estará al dente.
CONSEJO: Nosotros siempre cocemos la pasta con un par de hojas de laurel; le da un toque muy-muy fino a la pasta.
Paso 3 – Mezclar la pasta con la salsa de aceite, ajo y guindillas
Tan fácil como suena: vierte los espaguetis sobre la sartén en la que hayas dorado los ajos y las guindillas, añade el perejil picado y remueve bien para que se mezclen todos los sabores.
EMPLATADO
Emplatar pasta no tiene ningún misterio: pon en un plato la cantidad de pasta que te veas capaz de ingerir y al ataque… Ah, también puedes espolvorearlos con parmesano rallado.
Si te gusta la pasta como guarnición, estos espaguetis aglio e olio y peperoncino sirven para acompañar casi a cualquier cosa, como si de arroz blanco se tratara. Haz la prueba. Combinan especialmente bien con pescado y con carnes blancas… ¡y un vino blanco!
Para acompañar esta receta vamos a echar mano musical de otro clásico incontestable, que además le pega mucho y bien. Escúchalo mientras cocinas y verás cuánto mejoran tus espaguetis… 😉
Si ya te has repuesto del pelucón de André Rieu, ahora toca hacer la encuesta. Pero si no te ha repuesto todavía, estás excusado… lo comprendemos, ese look es muy fuerte.
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