Viene el frío. Winter is coming. No, ya está aquí. ¿Qué hacer cuando los partes meteorológicos anuncian una ola de frío? Muy sencillo: meterte en la cocina y ponerte como loco a hacer cremas y sopas. De fácil preparación, si las tomas calentitas verás cómo en pocos segundos tu cuerpo empieza a experimentar una muy agradable y cálida sensación de bienestar. Y no te preocupes si la cocina no es lo tuyo. La elaboración de las cremas en concentro es tan simple y rudimentaria como un botijo: tienen una base de cebolla y puerro –la patata se cuela también a menudo- y lo único que varía es el ingrediente principal que les dará nombre. Otra ventaja de las cremas es que te ayudarán a comer verduras si no eres demasiado fan de ellas. Como nuestra crema de hoy, que tiene al brócoli –sí, sí, eso redondo y tan verde que te da un poco de repelús – como invitado estrella.
La felicidad es fácil a veces…
¿Y si no me gusta el brócoli, me gustará la crema de brócoli? Siendo sinceros, no tenemos ni idea, pero probarlo no te cuesta nada. Lo que sí te podemos asegurar es que mucha gente –y esto lo dice un estudio elaborado por la Universidad Recetas En Serie- ha conseguido entrar en el mundo de las verduras gracias a las cremas. La explicación a tan milagroso fenómeno es que, en cremas, el sabor a verdurajas es menos potente y así, poco a poco, vas acostumbrando a tu paladar a su sabor. Y cuando te des cuenta, estarás comiendo brécol cocinado al vapor. Tiempo al tiempo. Tú confía.
Te puedes lavar tú mismo el cerebro…
Otro dato para que te animes a dar el paso son las bondades nutricionales del brócoli: no sólo es super-mega-chupi light, sino que además es rico en fibra, magnesio, ácido fólico y vitaminas A y C. Además, agárrate fuerte, el brécol también aporta glucosinolatos. Si quieres saber qué son exactamente, pincha en el enlace, pero por ahora es suficiente con que sepas que son considerados anticancerosos. ¿Has oído aquello de que lo importante es prevenir? Pues eso, súbete al carro del brócoli. Y es que el brócoli lo tiene todo para ser tu fiel aliado culinario y de tu salud.
El brócoli es el Iron Man de las verduras…
¿Estás listo? Vamos allá… receta de crema de brócoli.
INGREDIENTES (para 8 racions aprox.)
- 2 brócolis
- 2 cebollas
- 2 patatas
- 1 puerro (o 2, tú echa; a nosotros es que solo nos quedaba uno en la cocina)
- 2 quesitos light (también puedes utilizar nata o crema de leche, pero así queda más sanita)
- 1,5 litros de agua o caldo de pollo
- sal y pimienta
- AOVE
ELABORACIÓN
Más sencillo no puede ser…
PASO 1 : Trocea las cebollas y ponlas a pochar en una olla con una cucharadita de aceite.
PASO 2: Trocea el puerro y a la olla.
PASO 3: Trocea las patatas en daditos y a la olla.
PASO 4: Separa los cogollos de brócoli y a la olla.
PASO 5: Añade un litro y medio de caldo de pollo o agua (nosotros hemos utilizado un litro de caldo y medio litro de agua).
PASO 6: Deja hervir 10-15 minutos hasta que el brécol esté blandito y añade 2 quesitos light.
PASO 7: Ármate con una batidora y dale caña hasta conseguir una crema suave.
EMPLATADO
Dale forma al chorrito de aceite como tú quieras…
Un forma de emplatar las cremas muy fácil y resultona es dibujar una estrella con aceite. Lo único que tendrás que hacer es formar una espiral con un chorrito de aceite y luego con una cuchara dibuja radios desde el interior hacia fuera. En el centro puedes poner una versatilísima hoja de perejil o un cogollo de brócoli que hayas reservado previamente. Añades 4 o 5 picatostes por aquí y por allá y ya lo tienes.
Y hoy para despedirnos, en vez de una recomendación seriéfila, os vamos a dejar con un reto terrorífico: si consigues ver el video al completo y sigues creyendo en las bondades de las verduras, o de la humanidad en general, eres grande, eres el put@ am@ de la cocina versión recetasenserie.
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