En muchas ocasiones creatividad y necesidad caminan de la mano, también en la cocina. Cuando pensamos qué vamos a cocinar, podemos pasar lista a las recetas que nos hacen ilusión probar –o repetir- y nos armamos de todo lo necesario para elaborarlas. En otras ocasiones, sin embargo, el proceso es a la inversa: hacemos el inventario de lo que disponemos en la nevera y, a partir de ahí, pensamos en una receta para darle salida. Eso es precisamente lo que nos pasó a nosotros con cuatro muslos de conejo que teníamos olvidados en un cajón del congelador, los cuatro muslos que no utilizamos en un par de paellas. Teníamos los muslos, teníamos un poco de verdura y un poco menos de media botella de vino tinto que había sobrevivido después de una cena: suficiente para hacer una sencilla, pero muy sabrosa, receta de esas que llaman al pan y a más vino. Dicho y hecho. El resultado fue tan bueno que seguro que repetiremos.
Nos encantan los collages absurdo-explicativos…
¿Estás listo? Vamos allá… receta de conejo al vino.
INGREDIENTES (para 4 comensales)
- 4 muslos de conejo (también puedes hacerlo con un conejo entero)
- 1 vaso de vino tinto
- 1 cebolla
- 1 zanahoria
- ½ pimiento rojo
- 1 tomate
- 2 dientes de ajo
- Especias al gusto… al tuyo (nosotros hemos utilizado romero y tomillo)
- Sal y pimienta
- AOVE
No dirás que no son básicos los ingredientes de esta receta…
ELABORACIÓN
Paso 1 – Preparar el conejo y las verduras
Salpimenta los muslos de conejo (o las piezas de conejo que tengas) y pica todas las verduras.
Pica las verduras como quieras, pero tirando a pequeño… 😉
Paso 2 – Dorar el conejo y reservar
Este paso no necesita de más explicación… Bueno, vale, para dorar el conejo y sellarlo debes darle caña al fuego. Ah, hazlo en una cacerola grande y baja, la misma que utilizarás durante toda la receta.
Paso muy fácil… vamos a por el siguiente.
Paso 3 – Hacer un sofrito con las verduras
Este paso también es muy fácil, solo tienes que hacer un sofrito con las verduras: empieza pochando la cebolla picada con el ajo y añade el pimiento, la zanahoria y el tomate, todo picadito. Utiliza la misma cacerola y añade aceite si es necesario.
De paso fácil en paso fácil y tiro porque me toca…
Paso 4 – Guisar el conejo
Añade el conejo al sofrito, riégalo con un vaso de vino tinto, tapa y deja haciendo chup-chup unos 40 minutos.
¿Ves? Hoy todos los pasos son fáciles…
Paso 5 – Preparar la salsa
Retira el conejo y la ramita de romero (si has utilizado alguna), blande una batidora y tritura a muerte hasta que deshacer todo los trocitos de verdura. Si quieres una salsa más fina, pásala por el chino o, en su defecto, por un colador normal y corriente.
Ten cuidado con la batidora y las salpicaduras. Recuerda que la salsa está muuuuy caliente…
Paso 6 – Reducir la salsa
Añade el conejo a la salsa y cocina otros 10-15 minutos o hasta que la salsa reduzca a tu gusto.
¿Ya tienes preparado el pan?
EMPLATADO
El pan será lo único realmente necesario para disfrutar de esta receta de conejo al vino, así que solo tienes que emplatar las piezas de conejo que te vayas a comer y regar generosamente con la salsa.
Presentación sencilla, sabor potente…
Pero si eres de los que te gusta adornar tus platos, puedes acompañar esta receta de conejo al vino con la guarnición que más te guste: un arrocito blanco, unas patatas fritas o asadas o, más sano aún, una verduras al horno. Nosotros nos decidimos por esto último. ¿Cómo? Muy fácil. Rescatamos unas piezas de verdura que teníamos también por la nevera, las cortamos a cubitos homogéneos, las salpimentamos y regamos con AOVE y las metimos al horno una media hora, justo mientras se guisaba el conejo. Tal que así:
Un, dos, tres, cuatro… ya tienes tus verduras de guarnición.
Y para que las verduras quedaran más resultonas, las emplatamos utilizando un molde cuadrado. Si no tienes molde, no te preocupes, ponlas al lado del conejo y arreando. También puedes jugar a darles alguna forma que no necesite molde, tu decides…
Receta sencilla, vistosa y sanísima…
Y como acompañamiento audiovisual, hoy nos vamos a arriesgar. Aunque aún es muy pronto para saber si la segunda temporada de True Dectetive tendrá tanto éxito como la primera, al menos su cabecera vuelve a ser un puntazo. En esta ocasión el encargado de sonorizarla es Leonard Cohen, y unimos así con esta recomendación los tres ingredientes básicos de este blog: música, cocina y ficción. Échale un vistazo aquí debajo:
ADVERTENCIA: si vas un poco depre o bajo de moral, aparca por un tiempo la serie. El ritmo pausado y las atmósferas oprimentes y depresivas de la primera temporada siguen ahí, y también los personajes atormentados. Aunque los problemas que los afligen son, claro, diferentes a los de la primera temporada.
Adivina cuáles son los reales…
Y si después de hacer la receta, saborearla y ver el primer episodio de True Detective aún tienes más tiempo libre, no lo malgastes y regálanos tu feedback con la siguiente encuesta. También tienes la sección de comentarios si eres especialmente generoso.
Cargando ...¡Buen provecho!
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