Fácil y rápido, como toda receta “fastfoodiana” tiene que ser. Si le sumamos “rico, rico y con fundamento”, tenemos la primera entrada de la nueva sección que anunciábamos a bombo y platillo la semana pasada.
¿Qué?, ¿cómo?, ¿no te enteraste? No puede ser. Nuestro director de marketing nos aseguró que había implementado una estrategia para reventar las redes sociales, conquistar el Triángulo de Oro de Google y provocar algo así como un Big Bang de efecto inverso que redireccionaría todo el tráfico mundial a este nuestro humilde blog. ¿Cómo lo ves, Sheldon? ¡Ahí es nada!
Pero antes de mandarlo a freír espárragos y desearle una muerte por empacho de data de Adwords y Google Analytics, postearemos una receta tan sencilla como deliciosa y tomatera. Vale, vale, el tomate no tiene nada que ver con la foto de la rodaja de salmón que incluíamos en el acertijo del post anterior, pero ya os avisamos de que había trampa, y además cutre.
En fin, vamos a lo que vamos: cómo preparar salmorejo. La receta del salmorejo es tan sencilla que merecía inaugurar esta sección con todos los honores. Para prepararlo solo necesitas tomates, pan, ajo, aceite y sal. Y es que hasta un estudiante de primero de carrera puede hacerlo y salir victorioso. Se suele servir como entrante, pero tiene otros muchos usos, como el de salsa de acompañamiento. Hazte unos dippas de hortalizas y mójalos en salmorejo… ¿verdad que te sientes sano, ecológico y muy verde?
Bueno, basta de cháchara y manos al tomate…
Ingredientes para 1 litro de salmorejo:
- 1 kg de tomates maduros
- 125 g de miga de pan (también sirve el pan de molde o hasta el pan rallado, nuestra rápida opción)
- 100 ml de aceite de oliva virgen
- 1 diente de ajo
- una cucharadita de sal
Elaboración:
- Trocea los tomates y al vaso de la batidora…
- Pela el ajo y al vaso de la batidora…
- El pan rallado (o de molde, o duro, o lo que tengas), al vaso de la batidora…
- El aceite de oliva, al vaso de la batidora…
- La pizquita de sal al gusto, al vaso de la batidora…
- Dale caña 4 minutos y… ¡listo!
Presentación:
El salmorejo se suele acompañar con huevo duro picado y virutas de jamón serrano. Aunque esto es lo clásico, lo puedes acompañar con casi cualquier cosa. Somos conscientes, además, que cocer unos huevos se saldría del límite de cinco minutos que nos hemos fijado para esta receta, pero si eres previsor, seguro que tienes un huevo duro en la nevera. Y si no lo eres, pasa del huevo: solo tienes que abrir el paquete de virutas o taquitos de jamón serrano y servir al gusto…
Nosotros hemos añadido también unos picatostes para convertirlo en plato único.
Consejos:
- Aunque la mayoría de recetas aconsejan pelar los tomates, si le das bastante caña a la batidora, casi ni se notan las pielecillas, y además la receta conserva todo su contenido en fibra. También puedes colarlo luego por un chino, o po4 un colador de toda la vida, vamos.
- Hay también quien quita las pepitas del tomate para evitar posible amargores.
- No olvides quitar el brote verde del centro de ajo, así no repite.
- Lo normal es refrigerar el salmorejo al menos un par de horas antes de consumirlo, pero si no tienes tiempo, y como esta receta pretende ser fast food, utiliza tomates fresquitos, esto es, tenlos en la nevera antes de utilizarlos.
¡A disfrutar!
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